[¡Ay, Señor! ¡Devuélveme a la tierra!
Éste no es el Paraíso verdadero:
aquí no se ve sufrir a nadie.] Italo Svevo
La moralidad de la vida idílica
no es más que la ausencia de dolor,
pero la corrupción que nos gobierna
nos hace esclavos del sufrimiento.
Una vida colmada de vida,
no es vida.
Porque el que la hace especial,
es la muerte.
Somos seres taimados
curtidos a base de desgracias.
El tiempo nos ha vuelto bellacos
y ya solo nos alimentamos de falsas falacias.
No creemos en lo que creemos
y lo sabemos... y disimulamos.
Pero mejor creer en algo falso
que caer en la corriente del olvido indefinido.