[Las cadenas de la esclavitud
solamente atan las manos:
es la mente lo que hace al hombre
libre o esclavo.]
Franz Grillparzer
Las cadenas son malas porque oprimen, reprimen.
La libertad nos da la capacidad de alzar el vuelo con ego,
pensando en un futuro próspero en el que podremos estar encadenados.
No lo queremos, pero lo esperamos. Para que nos dé estabilidad, monotonía y esa pizca de especial por sentirnos únicos cada día. En ese mar de presos que no vemos, ni sentimos, pero que están. Están todos igual,
atados de pies y manos,
pensando que han elegido bien, ya sea por el color de las esposas o por la carcelera que los lleva. Les guía el camino pensando que es su Diosa y no los corrijo, porque pueden tener razón, pero otros han fallado en su decisión de pasar la vida junto a alguien que no sabe ni quien son. La prisión es algo alucinante donde todos queremos estar, pero lo duro de la situación es que tú no puedes elegir ni las esposas, ni la carcelera, ni la prisión. Ni el día que entras, ni el día que se acaba la PASIÓN...